Dos pecadoras y una mula

En esta historia de aventura y redención, dos mujeres, conocidas por su oficio de damas de placer, son expulsadas de su ciudad natal sin un lugar al que ir. En su camino hacia lo desconocido, se cruzan con un cazarecompensas que, como ellas, ha sido brutalmente disparado y dejado por muerto, aunque milagrosamente logra sobrevivir, cayendo en lo que parece ser un destino infernal. Tras ayudarlo a recuperar la salud, las mujeres deciden unirse a él en una misión peligrosa que podría cambiar sus vidas para siempre.

El cazarecompensas, un hombre endurecido por la violencia y el sufrimiento, ha sido contratado para capturar a Gila Grimes, una notoria bandida cuya crueldad y despiadada naturaleza la han convertido en uno de los objetivos más codiciados en la región. Grimes es temida por su falta de escrúpulos, y la recompensa por su captura es lo suficientemente grande como para tentarlos a todos. Las dos damas, en busca de una oportunidad para mejorar sus condiciones y escapar del pasado que las persigue, deciden unirse a la misión del cazarecompensas.

El trato que hacen es claro: las damas se ofrecen a ayudar al cazarecompensas a rastrear a Gila Grimes a cambio de la mitad de la recompensa. Aunque al principio la idea parece absurda y arriesgada, pronto se dan cuenta de que sus habilidades, adquiridas a lo largo de los años, podrían ser la clave para localizar a la peligrosa bandida. La travesía los llevará a través de tierras inhóspitas, enfrentándolos a peligros tanto humanos como naturales. Cada miembro del grupo tendrá que confrontar su propio pasado y sus demonios personales mientras se enfrentan a la fría y despiadada realidad de su misión.

A medida que avanzan en su búsqueda, las damas de placer y el cazarecompensas se convierten en una extraña pero eficaz alianza, cada uno con sus propios intereses y motivaciones. Sin embargo, el viaje no solo los llevará a perseguir a Gila Grimes, sino que también les permitirá descubrir que, a veces, las circunstancias más desesperadas pueden forjar nuevas oportunidades para redención, solidaridad y, por qué no, una nueva forma de entender la justicia en un mundo marcado por la violencia y la venganza.