
Stefanie, una joven universitaria, intenta llevar una vida normal lejos de casa. Sin embargo, sus noches se han vuelto insoportables. Cada vez que cierra los ojos, una pesadilla violenta y angustiante se repite con exactitud aterradora. No es una simple ilusión del subconsciente: algo dentro de ella le dice que ese sueño es una advertencia, un presagio de algo que está por suceder.
Incapaz de ignorar la creciente sensación de peligro, Stefanie toma una decisión drástica: regresar a casa. No lo hace por nostalgia ni por descanso, sino con la urgente necesidad de encontrar respuestas. Intuye que allí se encuentra la única persona capaz de ayudarla a entender lo que está ocurriendo… y quizás detenerlo.
Pero el hogar al que vuelve no es el mismo que dejó. La atmósfera está cargada de un silencio espeso, de miradas que esquivan preguntas, de heridas del pasado que nunca sanaron del todo. A medida que los días avanzan, Stefanie se da cuenta de que su familia también guarda secretos, y que tal vez lo que sueña cada noche no es más que una manifestación de un trauma colectivo que todos comparten y del que nadie quiere hablar.
La joven se sumerge en una búsqueda desesperada por la verdad. Sabe que el tiempo corre y que, si no logra descifrar el significado de sus visiones, algo terrible podría suceder. Cada imagen onírica, cada detalle del sueño, parece tener una conexión con hechos reales que se han ido ocultando a lo largo de los años. Y todo parece apuntar a una figura central: alguien del pasado, quizá olvidado, que guarda la clave para romper el ciclo de muerte que se cierne sobre ellos.