
Slade Wilson, conocido en el bajo mundo como Deathstroke, es mucho más que un simple asesino a sueldo. Su vida está marcada por la dualidad de desempeñar dos roles radicalmente opuestos: por un lado, es un despiadado mercenario, temido y letal; por el otro, un padre dedicado que lucha por mantener a salvo a su familia. Esta compleja doble existencia es el núcleo de una historia llena de acción, conflictos emocionales y redención.
En el día a día, Slade Wilson encarna la figura del padre que intenta brindar estabilidad y amor a sus seres queridos. Sin embargo, su pasado violento y su habilidad para el combate siempre están latentes, una sombra que amenaza con destruir lo que más valora. Esta tensión interna se vuelve insostenible cuando un grupo terrorista conocido como H.I.V.E. irrumpe en su vida, poniendo en jaque a su familia y obligándolo a sacar a relucir a su lado más oscuro y letal.
El secuestro de su hijo es la chispa que desencadena una feroz batalla. Slade no solo debe enfrentarse a enemigos externos, sino también a los demonios internos que lo han perseguido desde que tomó la senda del mercenario. Cada combate se convierte en una oportunidad para expiar los errores de un pasado marcado por la violencia y las decisiones cuestionables. En esta lucha, la figura de Deathstroke resurge como el implacable guerrero que necesita ser para proteger lo que queda de su vida y su identidad.