
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, muchas historias de heroísmo y sacrificio han capturado la atención del mundo. Sin embargo, pocas son tan intensas y peculiares como la de “The Filthy Thirteen”, un grupo de paracaidistas estadounidenses cuya valentía, rebeldía y falta de convencionalismos los convirtieron en leyenda. Esta unidad, oficialmente parte del 506º Regimiento de Infantería Paracaidista de la 101ª División Aerotransportada, fue desplegada en junio de 1944 durante la famosa invasión de Normandía, en una de las operaciones más cruciales del conflicto: el Día D.
Conocidos por su comportamiento desafiante, sus hábitos poco higiénicos y su negativa a seguir normas militares tradicionales, los integrantes de los “Trece Sucios” no eran los típicos soldados modelo. A menudo se les veía con el rostro pintado y el cabello estilo mohicano, en un gesto de homenaje a sus raíces nativoamericanas y como muestra de desafío ante el enemigo. A pesar de su actitud irreverente, eran altamente entrenados, extremadamente valientes y dispuestos a cumplir misiones de alto riesgo que muchos otros no se atrevían a aceptar.