
Su primera aparición protagónica en la gran pantalla llegó con Contacto Sangriento, una película que, a pesar de su modesta producción, marcó un antes y un después en el cine de artes marciales de los años ochenta. Dirigida por Newt Arnold, esta cinta combina combates intensos, una narrativa sencilla pero efectiva y el magnetismo físico de Van Damme, logrando un clásico de culto entre los fanáticos del género.
La historia gira en torno a Frank Dux, un soldado estadounidense que deserta del ejército para viajar clandestinamente a Hong Kong. Su objetivo es participar en el «kumite», un torneo secreto y brutal de artes marciales en el que los mejores luchadores del mundo se enfrentan sin reglas. La competencia es clandestina, peligrosa y letal: solo el más fuerte sobrevive. A medida que avanza el torneo, Dux demuestra sus habilidades excepcionales, atrayendo tanto la admiración como el odio de sus rivales.
El clímax de Contacto Sangriento llega con un enfrentamiento electrizante entre Van Damme y el imponente Bolo Yeung, quien interpreta al temido campeón Chong Li. Este duelo, cargado de tensión física y emocional, representa no solo una lucha por el título, sino una batalla de honor y supervivencia. La actuación de Yeung, ya conocido por su presencia intimidante en el cine de artes marciales, eleva el dramatismo del desenlace.