
Seishiro Nagi es un joven de segundo año de secundaria que parece ser indiferente a todo lo que le rodea. Apático y sin motivación, su vida transcurre de manera rutinaria, sin grandes expectativas ni deseos. En su mundo, nada lo emociona, y su día a día transcurre en un ambiente de desinterés total. Sin embargo, todo esto cambiará el día en que su excéntrico compañero de clase, Reo Mikage, lo elige como su socio en una misión que podría transformar sus vidas.
Reo Mikage es todo lo contrario a Seishiro Nagi. Es un chico extrovertido, ambicioso y apasionado, que no duda en acercarse a Nagi con la esperanza de que este se convierta en su compañero de equipo. Mikage tiene un sueño claro: convertirse en un jugador de fútbol profesional y llevar a su equipo a ganar la Copa del Mundo. Pero para alcanzar ese objetivo, necesita a alguien con una habilidad extraordinaria, y, según él, Nagi es la persona indicada. Aunque Nagi no muestra ningún interés en el fútbol y no tiene ningún deseo de involucrarse en la competición, Mikage ve en él un talento oculto, una chispa de habilidad que podría hacer la diferencia.
El hecho de que Nagi no sea una persona apasionada por nada hace que su relación con Mikage sea aún más intrigante. Mientras Mikage sueña en grande, Nagi se siente atraído por la posibilidad de experimentar algo nuevo, aunque no sea con la misma intensidad que su compañero. Mikage no se detiene ante la indiferencia de Nagi, y sigue persiguiéndolo, convencido de que puede hacer que despierte su interés por el fútbol y que su habilidad innata sea aprovechada al máximo.
A lo largo de la historia, el carácter de Nagi evoluciona, y aunque no se convierte de inmediato en un ferviente entusiasta del fútbol, su relación con Mikage lo lleva a enfrentarse a desafíos que nunca había imaginado. Lo que comienza como una propuesta extraña y desconcertante se convierte en una oportunidad para que Nagi descubra un propósito en su vida, un objetivo que lo motiva a salir de su zona de confort y enfrentarse a un futuro incierto.