
En una historia tan conmovedora como brutalmente honesta, Paul Connolly se ve forzado a revivir los fantasmas de su infancia tras la trágica muerte de un viejo amigo. La vida de Paul, aparentemente estable en la adultez, da un giro inesperado cuando una investigación policial se activa a raíz del suicidio de su compañero de la infancia. Este suceso se convierte en el detonante para que salgan a la luz los oscuros secretos de un sistema de acogida que, lejos de brindar protección, fue escenario de abuso, abandono y silencio institucional.
Criado en un hogar de acogida en el este de Londres, Paul Connolly no tuvo una infancia como la mayoría. Junto a otros niños en situación vulnerable, fue víctima de negligencia y maltrato, experiencias que marcaron profundamente su desarrollo emocional y psicológico. Aunque con el tiempo logró construir una vida lejos de ese entorno, los traumas nunca desaparecieron del todo. La muerte de su amigo y la reapertura del caso lo obligan a mirar de frente un pasado que había tratado de enterrar.
Al mismo tiempo, Paul intenta construir una relación significativa con Anthea, una mujer que representa una posibilidad de redención y amor verdadero. Sin embargo, sus heridas no cicatrizadas amenazan con sabotear cualquier intento de intimidad. La narrativa se despliega entre el presente y los dolorosos recuerdos de su niñez, mostrando cómo los abusos sufridos durante la infancia pueden tener consecuencias profundas y duraderas.