
En las brumosas carreteras de Escocia, una figura enigmática recorre el paisaje con una calma inquietante. Scarlett Johansson protagoniza Bajo la piel, un provocador y desconcertante thriller de ciencia ficción que desmantela nuestras nociones sobre la identidad, el deseo y la humanidad. Dirigida por Jonathan Glazer y basada en la novela homónima de Michel Faber, esta película se aleja de las convenciones del género para ofrecer una experiencia profundamente sensorial y filosófica.
La historia sigue a una misteriosa mujer que se desplaza por diferentes ciudades escocesas al volante de una furgoneta, atrayendo a hombres solitarios con una seducción fría y casi mecánica. Lo que parece, en un principio, una serie de encuentros casuales, se revela como parte de un propósito más oscuro y ajeno a nuestra comprensión. La protagonista, que parece humana en apariencia, se comporta de forma extraña, como si estudiara a su presa más que interactuar con ella. Estos encuentros culminan en una suerte de limbo surrealista donde sus víctimas desaparecen, atrapadas en un espacio que desafía las leyes físicas y emocionales del mundo real.
Lo que distingue a Bajo la piel no es sólo su inquietante premisa, sino la forma en que se cuenta. Glazer opta por una estética minimalista, con largos silencios, paisajes naturales desolados y una banda sonora disonante compuesta por Mica Levi, que contribuye a un clima de constante extrañamiento. La cámara a menudo adopta una mirada documental, filmando a personas reales que interactúan con Johansson sin saber que están siendo grabadas. Esta técnica refuerza la sensación de alienación y da al film una autenticidad perturbadora.