
El 14 de noviembre de 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, el 2º Batallón de Rangers del ejército estadounidense recibió una de sus misiones más desafiantes: tomar la ciudad alemana de Bergstein y asegurar la Colina 400, un punto estratégico crucial en la ofensiva contra el Reich. Esta elevación, situada en la región de Hürtgenwald, brindaba a las fuerzas alemanas una ventaja táctica determinante, permitiéndoles controlar los movimientos enemigos y dirigir ataques de artillería con precisión letal.
Apodada el «castillo de la Wehrmacht», la Colina 400 se había convertido en una fortaleza casi inexpugnable, defendida con ametralladoras, morteros y cañones antitanques. Los Rangers enfrentaban no solo un terreno hostil, sino también la feroz resistencia alemana, decidida a mantener el control de la posición a toda costa.
El ataque comenzó al amanecer, bajo un manto de niebla otoñal que dificultaba la visibilidad. A pesar de las condiciones adversas, los soldados avanzaron con determinación, abriéndose paso en un combate encarnizado. Entre ráfagas de fuego y explosiones de artillería, lograron conquistar la colina tras una feroz ofensiva, pero su victoria fue efímera. Conscientes de la importancia estratégica del enclave, las fuerzas alemanas lanzaron una serie de brutales contraataques, obligando a los Rangers a resistir en una batalla de desgaste, donde cada metro ganado se pagaba con sangre.
Bajo la lluvia y la nieve, con municiones y suministros cada vez más escasos, los soldados estadounidenses defendieron la colina con valentía, repeliendo oleada tras oleada de asaltos enemigos. Sin embargo, la falta de refuerzos los llevó al límite. Finalmente, tras días de lucha implacable, los Rangers se vieron forzados a replegarse.
A pesar de la retirada, la batalla por la Colina 400 quedó marcada como un acto de heroísmo en la historia de la Segunda Guerra Mundial. La resistencia del 2º Batallón de Rangers debilitó las líneas alemanas y demostró el espíritu indomable de aquellos que, en medio del infierno de la guerra, desafiaron el dominio del Reich en el frente occidental.