En un pequeño y aislado pueblo de Nevada, Jerry Black, un veterano detective de homicidios, está a punto de retirarse. Tras una carrera marcada por la rutina y la soledad, se siente resignado a dejar atrás el trabajo que ha sido su única razón de ser. Sin embargo, todo cambia cuando aparece el cadáver de una niña en las montañas cercanas al pueblo. El caso, a primera vista, parece ser otro más en su largo historial de investigaciones, pero la tragedia conmueve profundamente a Jerry.
Al enfrentarse a la madre desconsolada de la pequeña, Jerry se compromete a hacer todo lo posible por encontrar al responsable, jurándole que hará justicia. A pesar de estar cerca del final de su carrera, el detective se embarca en este caso con renovada determinación, dispuesto a superar cualquier obstáculo. Pronto, se da cuenta de que la investigación no será tan sencilla como esperaba. A medida que avanza, las pistas parecen llevarlo por caminos contradictorios y las evidencias, lejos de esclarecer el caso, lo sumergen en un mar de dudas.
Lo que comienza como una promesa a una madre desesperada se convierte rápidamente en una obsesión personal para Jerry. El detective, conocido por su estricta adherencia a los procedimientos y horarios, comienza a trascender los límites de su trabajo. Las horas se alargan, las reglas se rompen y Jerry se sumerge en un mundo donde la ética y el deber profesional se ponen en juego. Cada nueva pista y cada nueva revelación lo acercan más a la verdad, pero también lo arrastran más profundamente hacia un dilema moral que amenaza con destruirlo.
Con cada paso, Jerry se enfrenta no solo al misterio del crimen, sino también a sus propios fantasmas y frustraciones. El caso de la niña, en su última investigación antes de la jubilación, lo desafiará a replantearse lo que significa la justicia, y si, al final, está dispuesto a pagar el precio de encontrarla.