
En el corazón de una historia inquietante y profundamente humana, Lara se erige como una protagonista atrapada entre dos mundos irreconciliables: la ciencia y la fe. Su vida, marcada por episodios de sufrimiento emocional y mental, la convierte en una figura trágica, incomprendida incluso por aquellos que deberían ser sus aliados más cercanos. A pesar de buscar respuestas racionales a su tormento, se ve arrastrada por la presión de su entorno hacia un camino que bordea lo irracional y lo peligroso.
Su marido, desesperado y convencido de que los métodos convencionales han fallado, la empuja a buscar ayuda en una congregación religiosa extrema. Esta comunidad, que se oculta tras una fachada de espiritualidad, está conformada por fanáticos que interpretan el dolor humano como una señal de posesión demoníaca. Lejos de encontrar consuelo, Lara se convierte en víctima de una brutal campaña de «salvación» que se asemeja más a un castigo que a una cura.
En el centro de esta cruzada se encuentra una exorcista implacable, cuya misión no es sanar, sino someter. Con métodos agresivos y una fe inquebrantable en su causa, esta figura se convierte en la antagonista perfecta: no una villana por maldad, sino por convicción. Cree estar obrando en nombre de Dios, pero su ceguera espiritual la lleva a infligir un sufrimiento aterrador sobre una mujer que, en realidad, necesita comprensión, no redención.