
En un mundo donde la prehistoria y la mitología bíblica se cruzan de forma delirante, Zed y Oh, dos inadaptados de su tribu, se embarcan en una aventura que cambiará sus destinos. Todo comienza cuando Zed, un torpe pero entusiasta cazador, desafía las normas sagradas de su comunidad al comer del árbol de la fruta prohibida. Este acto de desobediencia lo condena al destierro. Sin embargo, no emprende el camino solo: lo acompaña Oh, un recolector tímido, delgado y bastante más sensato, aunque igualmente inexperto en los peligros del mundo exterior.
A medida que se internan en lo desconocido, los protagonistas se cruzan con figuras emblemáticas del relato bíblico, como Caín y Abel, con quienes se encuentran en un día particularmente violento. También intervienen —accidentalmente— en el intento de Abraham de sacrificar a su hijo Isaac, alterando eventos sagrados con una mezcla de inocencia e imprudencia. Esta mezcla de mitos, humor y anacronismo es constante en su travesía.
La historia toma un giro más oscuro cuando Zed y Oh son capturados y convertidos en esclavos en la ciudad de Sodoma, una urbe corrupta y despiadada. Para su sorpresa, descubren que los miembros de su antigua tribu, incluidas Maya y Eema —las mujeres por quienes ambos sienten un profundo afecto—, también han sido esclavizados. Este descubrimiento da un nuevo propósito a su viaje: rescatarlas y demostrar que incluso los más improbables pueden hacer la diferencia.