Alexander y un viaje terrible, horrible, malo… ¡Muy malo!

Alexander y su familia se habían preparado durante meses para unas vacaciones en México, un destino exótico que prometía aventuras inolvidables y momentos de descanso. Al llegar, la familia se sintió cautivada por los paisajes impresionantes, las vibrantes tradiciones y la calidez de la gente. Sin embargo, su viaje pronto se tornó en algo mucho más oscuro y peligroso de lo que podrían haber imaginado.

Todo comenzó durante una excursión a un antiguo pueblo enclavado en la selva, famoso por sus ruinas prehispánicas y leyendas misteriosas. Mientras exploraban el área, Alexander y su familia se encontraron con un amuleto antiguo, aparentemente perdido en el tiempo, que les pareció fascinante. Intrigados por su valor histórico, no dudaron en tomarlo como recuerdo, sin saber que este pequeño objeto traía consigo una maldición ancestral.

A partir de ese momento, extraños sucesos comenzaron a ocurrir. Los miembros de la familia empezaron a experimentar fenómenos inexplicables: ruidos extraños por la noche, sombras que se movían por los rincones de su alojamiento, y la sensación constante de estar siendo observados. Lo que había empezado como una experiencia relajante pronto se convirtió en una pesadilla, y la familia comenzó a sospechar que la maldición había sido liberada al tomar el amuleto.

Con el miedo creciendo, decidieron investigar más sobre la historia del lugar y la leyenda que rodeaba a la maldición. Un anciano del pueblo les reveló que el amuleto pertenecía a una antigua civilización que había sido víctima de un poderoso hechizo tras un ritual fallido. Según las tradiciones locales, el amuleto había sido enterrado por generaciones para evitar que su poder maligno despertara, pero al haberlo tomado, Alexander y su familia habían desatado nuevamente esa fuerza oscura.

Ahora, para romper la maldición, tendrían que enfrentar un desafío aún mayor: regresar a las ruinas y realizar un ritual que podría ser la única forma de detener lo que habían desatado. Pero el tiempo corría en su contra. La amenaza sobrenatural crecía cada vez más y, en el proceso, se desvelaban secretos ocultos del pasado que no solo ponían en peligro su viaje, sino sus vidas.