
En una divertida y poco convencional historia que mezcla el terror con el romance, dos compañeros de cuarto enfrentan sus peores miedos cuando se enamoran de la misma chica: una joven encantadora que está convencida de que su casa está embrujada. La situación no sería tan complicada si no fuera por un pequeño detalle… ambos hombres son terriblemente miedosos cuando se trata de fantasmas.
La historia comienza con estos dos amigos que comparten más que un departamento: comparten una aversión casi patológica a todo lo que tenga que ver con lo sobrenatural. Películas de terror, leyendas urbanas, incluso un ruido extraño en la noche puede desatar el pánico en ellos. Viven su día a día evitando cualquier situación que pueda recordarles la existencia del más allá, hasta que una mujer entra en sus vidas y lo cambia todo.
Ella, a diferencia de ellos, está convencida de que su casa está habitada por espíritus. No teme a lo paranormal; más bien lo acepta con naturalidad. Este contraste es el motor de una serie de situaciones tan absurdas como divertidas, donde los dos amigos intentan, cada uno a su manera, acercarse a ella sin revelar su terror oculto. En su intento por impresionarla, terminan involucrados en sesiones espiritistas, visitas nocturnas a la casa embrujada y hasta investigaciones paranormales caseras, todo mientras luchan por contener los gritos.