En medio del caos y la violencia que sacudieron Los Ángeles en 1992, un hombre común se ve arrastrado a una pesadilla inesperada. La ciudad se encuentra en pleno estallido de furia tras el veredicto de los cuatro oficiales de policía acusados de brutalidad contra Rodney King, quienes fueron absueltos, desencadenando una ola de disturbios, saqueos y enfrentamientos con las fuerzas del orden. En este contexto de total descontrol social, un humilde tendero, que regenta una pequeña tienda en uno de los barrios más afectados, se enfrenta a la prueba más dura de su vida: salvar a su hijo de la furia de una multitud enfurecida.
Mientras las llamas devoran la ciudad y el sonido de los vidrios rotos y las sirenas resuena en cada esquina, el hombre trata de proteger su negocio y a su familia. Pero cuando la tienda se convierte en un objetivo de los saqueadores, su hijo, atrapado dentro, se encuentra en grave peligro. El hombre, un padre decidido a hacer todo lo posible por salvarlo, debe luchar no solo contra la violencia externa, sino también contra su propia desesperación y miedo.
En un escenario marcado por la anarquía y el enfrentamiento social, la figura del tendero se convierte en un símbolo de la lucha por la supervivencia, el amor paterno y la determinación frente a la adversidad. La tensión aumenta a medida que la multitud, impulsada por el enojo y la frustración, se acerca cada vez más a su tienda. Cada segundo cuenta, y el hombre debe tomar decisiones rápidas y arriesgadas, sabiendo que cualquier error podría ser fatal tanto para él como para su hijo.
La historia explora no solo la crudeza de los disturbios, sino también los lazos familiares que nos dan fuerza en los momentos más oscuros. Mientras el tendero trata de llegar a su hijo, se enfrenta a una serie de dilemas morales y físicos que lo obligan a cuestionar hasta qué punto está dispuesto a llegar para proteger a su ser querido. En un entorno desbordado por la violencia y la injusticia, cada acción puede ser un riesgo, y la línea entre la vida y la muerte es cada vez más delgada.
La tensión entre la supervivencia personal y la lucha colectiva, el miedo y la esperanza, se convierte en el corazón de esta historia. A través de los ojos del tendero, la película no solo ofrece una cruda representación de los disturbios de Los Ángeles, sino también un profundo análisis de lo que significa ser un padre, un hombre común frente a lo extraordinario, y cómo los instintos de protección pueden surgir en los momentos más inesperados, incluso cuando todo parece perdido.