
La historia de esta mujer comienza en un entorno completamente diferente al que muchos esperarían. En su juventud, su vida parecía encaminada al mundo del boxeo, donde se perfilaba como una prometedora prospecto. Sin embargo, las circunstancias la obligan a abandonar su carrera en el deporte, un giro inesperado que la lleva a una nueva lucha, esta vez en un campo muy distinto: la educación.
Convertida en maestra a plazo fijo, nuestra protagonista se enfrenta a una dura realidad. A pesar de tener el talento y la dedicación para enseñar, se encuentra atrapada en la incertidumbre de su contrato temporal. Ser una maestra a tiempo parcial significa que debe soportar una serie de injusticias laborales que afectan no solo su bienestar, sino también su confianza en el sistema. La falta de estabilidad y la constante amenaza de no poder acceder a los beneficios de un puesto a tiempo completo se convierten en una lucha diaria, que la protagonista no está dispuesta a dejar de pelear.
A lo largo de la historia, la protagonista se enfrenta no solo a los retos de su profesión, sino también a las dificultades inherentes a ser una trabajadora temporal en un sistema que no valora adecuadamente su esfuerzo. Cada día, la mujer debe sortear la discriminación, la precariedad laboral y la falta de reconocimiento, pero su espíritu de lucha, forjado en los años como prospecto del boxeo, nunca se desvanece. La enseñanza se convierte en su nuevo cuadrilátero, y aunque la pelea no sea con guantes, la tensión y la perseverancia siguen siendo las mismas.