Senna da un paso decisivo en su historia cuando se enfrenta a la dura realidad de los riesgos en la Fórmula 1. Tras presenciar una serie de accidentes que afectan gravemente a sus amigos y compañeros de carrera, el piloto brasileño comienza a cuestionar la seguridad en la pista. A lo largo de la temporada, se convierte en un firme defensor de mayores medidas de protección, pidiendo insistentemente a las autoridades de la Fórmula 1 que implementen mejoras para evitar tragedias innecesarias. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos y su creciente preocupación, el destino lo lleva hacia la tragedia durante la mítica carrera de Imola, un evento que marcaría su legado para siempre.