La vida de Riley, una joven y prometedora actriz, se ve amenazada en una situación inusitada cuando la producción dirigida por Paula y Xeni se sale completamente de control. Un evento inesperado desencadena una serie de sucesos que dejan a la protagonista atrapada en una peligrosa caminata sonámbula. Esta historia que comenzó como un proyecto lleno de emoción y expectativas, termina transformándose en un escenario de caos y tensión en el que la seguridad de Riley está en constante riesgo.
Todo comienza en un set de filmación que parece ser un lugar común para los trabajadores de la industria del cine. Paula y Xeni, las encargadas de la producción, tienen una visión clara de lo que quieren lograr con el proyecto, pero no imaginan que sus decisiones y la presión de los tiempos de grabación comenzarán a desbordar todo. La atmósfera en el set se vuelve cada vez más tensa a medida que la comunicación entre los miembros del equipo se deteriora. La falta de organización y el estrés empiezan a pesar sobre todos, pero es Riley quien de manera inesperada se ve atrapada en las consecuencias de ese descontrol.
Riley, cuya pasión por la actuación la ha llevado a asumir papeles complejos y desafiantes, comienza a sufrir efectos secundarios del agotamiento. Larga jornadas de trabajo y noches de rodaje interminables la han llevado a un estado de fatiga extrema. Sin embargo, la producción sigue adelante, con la esperanza de cumplir con los plazos y los requisitos del proyecto. Lo que nadie había anticipado es que este nivel de estrés provocaría que Riley se desbordara, desarrollando una condición incontrolable: el sonambulismo.
Uno de los momentos más críticos ocurre durante una de las grabaciones más intensas. Riley, sin darse cuenta de lo que está haciendo, comienza a caminar sonámbula por el set. A medida que avanza por el espacio, se encuentra en una situación de total desorientación, sin ser consciente del peligro que enfrenta. Los miembros del equipo, completamente inmersos en sus tareas, no perciben el riesgo al que está expuesta la joven actriz. Riley se aleja sin rumbo fijo, hasta que, en un momento de absoluta vulnerabilidad, casi tropieza con un peligroso equipo de filmación.
La tensión se dispara cuando un grito de alerta rompe la calma del rodaje, pero es demasiado tarde. Los esfuerzos por detenerla parecen insuficientes, ya que Riley sigue caminando sin control alguno, como si estuviera bajo un hechizo. Es en ese instante cuando la magnitud del caos se hace evidente. La falta de supervisión, la comunicación deficiente y la negligencia en el cuidado de los actores culminan en un escenario en el que la vida de Riley está en peligro.
La situación se vuelve aún más crítica cuando los responsables de la producción, Paula y Xeni, se dan cuenta de lo que está sucediendo. Desbordadas por el caos en la que se ha convertido la grabación, las dos productoras intentan recuperar el control, pero el daño ya está hecho. El bienestar de Riley y la seguridad en el set han quedado comprometidos, y la producción que inicialmente prometía ser un éxito se enfrenta ahora a una crisis que podría costarles mucho más que el proyecto mismo.
Este incidente plantea un debate sobre las condiciones de trabajo en la industria del entretenimiento, donde el estrés y la presión por cumplir con los plazos pueden tener consecuencias graves para los involucrados. El caos generado por Paula y Xeni se convierte en una lección crucial sobre la importancia de mantener la salud y la seguridad como prioridades en cualquier producción. Sin duda, este episodio pone en evidencia cómo la falta de organización y la sobrecarga emocional pueden poner en riesgo la vida de los que más deberían ser protegidos en el entorno laboral: los actores y el equipo.