Dexter Morgan es un joven que vive atrapado en una constante batalla interna, luchando por controlar impulsos oscuros que surgen desde su más temprana edad. La historia de Dexter, que se desarrolla en los primeros años de su vida adulta, se centra en su proceso de crecimiento y descubrimiento mientras enfrenta su naturaleza perturbadora. Criado junto a su hermana, Debra Morgan, y bajo la tutela de su padre adoptivo, Harry, Dexter parece llevar una vida normal en apariencia, pero la realidad es que sus deseos más profundos son oscuros, intensos y complejos.
Desde pequeño, Dexter ha mostrado signos de tener una personalidad peculiar, alimentada por impulsos que no logra comprender completamente. Estos impulsos lo llevan a la desesperada necesidad de controlar sus emociones y deseos, a menudo en contradicción con las normas sociales que lo rodean. Aunque la vida en su hogar parecía relativamente estable, Dexter creció consciente de una faceta de sí mismo que lo hacía diferente. Sin embargo, fue su padre Harry quien, al darse cuenta de la naturaleza peligrosa de estos impulsos, le enseñó a Dexter a canalizar su oscuridad de manera controlada.
Harry, ex policía, se convierte en el mentor de Dexter y le introduce en un código moral que le permite equilibrar su naturaleza. Este código, lejos de buscar la venganza o el caos gratuito, orienta a Dexter a actuar solo contra aquellos que han cometido crímenes atroces y han quedado fuera del alcance de la justicia convencional. Aunque este código mantiene a Dexter dentro de ciertos límites, la tensión entre su moralidad personal y sus deseos sigue siendo una de las principales luchas que enfrenta.
Mientras Dexter vive con Harry y su hermana Deb, quien está a punto de terminar la escuela secundaria, las cosas en su vida comienzan a cambiar. Debra, en su proceso de madurez y transición a la vida adulta, no sospecha nada acerca de la lucha interna de su hermano, viendo en él solo a un hombre extraño, pero cariñoso. La familia parece funcionar bien en la superficie, pero hay una carga pesada que Dexter debe cargar a solas, una que solo él conoce en su totalidad. Los momentos de interacción familiar y las relaciones cotidianas en el hogar aportan una cierta normalidad, pero la verdadera batalla de Dexter sigue ocurriendo en su mente.
El cambio en la vida de Dexter llega cuando su padre, Harry, empieza a enfrentar serios problemas de salud. Este evento marca un antes y un después en la vida de Dexter, quien se ve confrontado por la posibilidad de que su padre, el único que realmente entendía su dolor y le había enseñado a controlar sus impulsos, podría no estar a su lado por mucho tiempo. La enfermedad de Harry hace que Dexter se cuestione su futuro, la necesidad de su destino y la posibilidad de que sea el momento adecuado para abrazar la parte más oscura de su naturaleza. Ante la pérdida inminente de su mentor y protector, Dexter se enfrenta a la necesidad de tomar decisiones que podrían cambiar por completo su vida y la forma en que se ve a sí mismo.
Con la salud de Harry deteriorándose, Dexter comienza a darse cuenta de que, quizás, este es el momento de aceptar su destino y cumplir con su propósito oscuro. La lucha de Dexter por mantener el control sobre su instinto y la influencia de su padre le permiten navegar un camino peligroso en busca de justicia, aunque el precio que tendrá que pagar es alto. En última instancia, el joven Dexter Morgan se encuentra ante un cruce de caminos: seguir el código de su padre o ceder a la tentación de actuar según sus impulsos más oscuros, sin importar las consecuencias. Este conflicto interno, junto con la desaparición de la figura de su padre, marcará el rumbo de su futuro de una manera irrevocable.